Sentimientos encontrados.
El hostel está muy bien. Las zonas comunes son muy agradables, la cocina grande y todo muy limpio.
Nos alojamos en habitación doble con baño privado. La cama súper cómoda, la ducha muy agradable (calentita y buena presión).
La pega para nosotros fue el ruido por las noches: la música del bar (reggaeton o similar), normalmente hasta 23h00, quizás un poco más tarde, y una de las noches fiesta hasta tarde. Las habitaciones están muy mal insonorizadas, y dan al bar y a la piscina, por lo que se escucha todo.
En general los huéspedes eran respetuosos, y si se quedaban charlando fuera hasta tarde no hacían mucho ruido, pero algunos de los voluntarios sí que eran ruidosos y nos despertaron varias veces a las 4am (y eso que dormíamos todos los días con tapones).
En nuestra opinión, podría ser de 10 si se cuidasen estos detalles, y si el personal voluntario fuese un poco más profesional.